Sopa de pollo Casera

 Sopa de pollo Casera


Un Clásico que abraza el alma, nutritiva, simple y con sabor a hogar

Nada como una buena sopa de pollo casera para reconfortar el cuerpo y el alma. Esta receta clásica se prepara con ingredientes simples y naturales: vegetales frescos, pollo tierno y un caldo sabroso cocido a fuego lento. Ideal para los días fríos o cuando necesitamos un mimo nutritivo, es una opción liviana, digestiva y muy completa. El aroma que inunda la cocina mientras se cocina es tan reconfortante como su sabor. Perfecta para toda la familia, podés adaptarla con lo que tengas en casa y convertirla en tu sopa favorita de siempre.


Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 50 minutos
Rinde para: 4 porciones
Dificultad: Fácil


Ingredientes:

  • 2 muslos de pollo (o 1 pechuga)

  • 2 zanahorias

  • 1 papa

  • 1 cebolla

  • 1 puerro

  • 1 rama de apio

  • 1 diente de ajo

  • 1 hoja de laurel

  • Sal y pimienta a gusto

  • Agua (1,5 a 2 litros)

  • Perejil fresco (opcional)



Preparación:

  1. Preparar los ingredientes: Pelar y cortar en cubos la papa y la zanahoria. Picar la cebolla, el puerro, el ajo y el apio.

  2. Sellar el pollo: En una olla grande, dorar los muslos o pechuga con un chorrito de aceite. Añadir sal y pimienta.

  3. Incorporar los vegetales: Agregar la cebolla, el puerro, el ajo y el apio. Sofreír unos minutos hasta que la cebolla esté transparente.

  4. Sumar agua y cocer: Agregar las papas, zanahorias, laurel y cubrir con agua. Llevar a hervor, luego bajar el fuego y cocinar tapado por 40 minutos.

  5. Desmenuzar y servir: Retirar el pollo, desmenuzarlo y volver a incorporarlo a la sopa. Rectificar sal y servir caliente con perejil picado.





Tips extras:

  • Para un sabor más profundo, agregá un huesito o carcasa de pollo desde el inicio.

  • Si querés que sea más liviana, usá pechuga sin piel.

  • También podés agregar arroz, fideos o quinoa para hacerla más sustanciosa.

  • El puerro y el apio son clave para el sabor, no los omitas si podés.

  • Se puede congelar en porciones para tener siempre una opción saludable a mano.


Beneficios saludables:

  • Es una fuente natural de colágeno si usas piezas con hueso.

  • Alta en vitaminas del complejo B, gracias al pollo y vegetales.

  • Ideal para reforzar defensas y recuperar energía.

  • Muy digestiva, recomendada en procesos gripales o de recuperación.

  • Hidratante y reconfortante, perfecta para días fríos o bajones de ánimo.

  • Hecha en casa, sin conservantes ni excesos de sodio.






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