Ensalada Panzanella
Fresca, colorida y llena de sabor: una ensalada tradicional italiana que nunca falla.
Hay recetas que conquistan por lo simples que son, y la panzanella es una de esas maravillas nacidas de la cocina italiana.
Esta ensalada típica de la Toscana combina ingredientes frescos de la región, pan del día anterior y mucho sabor. Es ideal para los días de calor, cuando buscamos algo liviano pero con personalidad.
En casa la preparamos cuando tenemos tomates bien maduros y pan que sobró del día anterior... y cada vez que la hacemos, nos preguntamos por qué no la comemos más seguido. Tiene esa mezcla justa de crocante, jugoso y aromático que tanto nos gusta.
Hoy te compartimos nuestra versión para que la sumes a tu repertorio de recetas frescas y te luzcas sin complicarte.
Ingredientes:
300 g de pan del día anterior (tipo rústico o campesino),
cortado en cubos
4 tomates maduros, cortados en cubos grandes (con su
jugo)
1 pepino, pelado (opcional) y cortado en rodajas o medias
lunas
1⁄2 cebolla morada, cortada en pluma fina
Un puñado de hojas de albahaca fresca
3 a 4 cucharadas de vinagre de vino tinto o balsámico
6 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Sal y pimienta a gusto
4 porciones como guarnición (por ejemplo, para acompañar
una carne o una comida principal)
2 a 3 porciones como plato único (si la servís como ensalada
completa para un almuerzo liviano)
Preparación:
Preparar el pan Corta el pan en cubos grandes (de unos 2 a 3 cm). Si está muy duro, podes
rociar apenas con un poco de agua para ablandarlo ligeramente, pero sin que se vuelva
blando. También podes tostarlo levemente en el horno si te gusta una textura más crocante.
Cortar los tomates: Lava y corta los tomates en trozos grandes. Asegúrate de conservar todo el
jugo, ya que será clave para hidratar el pan y darle sabor a la ensalada.
Cortar el pepino Pela el pepino si lo preferís así, y córtalo en rodajas o medias lunas.
Corta la cebolla morada en pluma fina. Si querés que quede más suave, déjala reposar 10
minutos en agua fría con un chorrito de vinagre, luego escurrirla bien.
En un bowl grande, mezcla los cubos de pan con los tomates y su jugo, el pepino, la cebolla y las
hojas de albahaca fresca desgarradas con la mano.
Agrega el vinagre, el aceite de oliva, sal y pimienta a gusto.
Deja reposar la ensalada unos 30 minutos a temperatura ambiente. Durante ese tiempo, el pan se va a impregnar del jugo de los tomates y el aliño, volviéndose tierno pero sin deshacerse.
Probar y servir
Antes de servir, proba y ajuste si hace falta más sal, aceite o vinagre. Podes decorarla con unas hojitas extra de albahaca o un chorrito final de aceite de oliva.
Técnica:
Elegí el pan adecuado
Usa pan del día anterior que tenga buena miga y corteza firme, como pan de campo, ciabatta o baguette artesanal. Evita los panes blandos tipo lactal, que se deshacen con facilidad.
Usa tomates bien maduros
Cuanto más jugosos y sabrosos estén los tomates, mejor va a quedar tu ensalada. El jugo del tomate es parte clave del aliño, así que no lo descartes.
Cebolla más suave, sin picor, Para que la cebolla morada no sea tan fuerte, podes dejarla en remojo 10-15 minutos en agua fría con un chorrito de vinagre o jugo de limón. Después escurrirla bien y úsala en la ensalada.
Deja reposar, pero no demasiado, El reposo de 30 minutos es ideal para que el pan absorba los sabores sin volverse una pasta. Si te pasas de tiempo, el pan puede perder su textura.
No mezcles con cuchara metálica, Usa una cuchara de madera o mezcla con las manos limpias para no dañar el pan ni oxidar los vegetales, sobre todo la albahaca.
Servirla a temperatura ambiente, evita guardarla en la heladera antes de servir, porque el frío mata un poco el sabor del tomate y endurece el pan.
Emplatado: Presentación Perfecta
La panzanella es una ensalada rústica y colorida, así que cuanto más natural y fresca se vea, mejor.
Acá van algunas ideas para que luzca en la mesa: Elegí un plato hondo o una fuente baja y amplia Así los colores de los ingredientes se ven bien distribuidos y el pan no queda apretado.
Deja que se vean los ingredientes: No la mezcles demasiado al servir: deja que los tomates, el pan, el pepino y la albahaca se noten. El contraste de colores es parte del encanto.
Un toque final de albahaca y aceite de oliva. Antes de llevarla a la mesa, agrega unas hojitas frescas de albahaca por encima y un chorrito de
aceite de oliva extra virgen. Si usas un aceite de buena calidad, ¡se nota!
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